¿Cuándo hablamos de alopecia?
La alopecia, o pérdida del cabello, es una de las principales preocupaciones estéticas en hombres y mujeres. Lo normal es que se produzca una pérdida de 50 a 100 cabellos diarios, pero cuando la caída del pelo es más abundante podría ser un inicio de calvicie.
La alopecia androgenética , la más común, es un proceso progresivo, que puede frenarse o retrasarse. En los hombres se caracteriza por el retroceso de la línea de nacimiento del pelo o la pérdida de cabello en la parte superior de la cabeza, mientras que en las mujeres la pérdida es más difusa. La herencia desempeña una función clave en este tipo de calvicie, que se suele hacer evidente entre los 30 y 40 años de edad.
Por otro lado, algunas enfermedades, heridas o quemaduras pueden producir alopecias cicatriciales irreversibles, debido a la destrucción de los folículos pilosos y el reemplazo del tejido lesionado por tejido cicatricial.
Otras veces la pérdida de cabello puede tener un desarrollo impredecible. Es lo que ocurre con la alopecia areata, que se distingue por la pérdida del cabello en parches. En ocasiones el cabello vuelve a crecer en unas semanas, pero, en otros casos, la alopecia progresa.
La caída del cabello también puede ser temporal. Las carencias en la alimentación, el estrés y los cambios hormonales en situaciones como el posparto o la menopausia, en la mujer, son algunas causas que pueden ocasionar una pérdida del cabello, que se solucionará una vez superadas estas circunstancias.
Por último, la caída estacional suele suceder en otoño y primavera y, por lo general, se detiene en tres o cuatro semanas. Es importante consultar a un especialista para detectar las causas e instaurar el tratamiento más adecuado.
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