Cuidado de la piel durante el embarazo.

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El embarazo no solo se trata de que el bebé crezca en el vientre de la madre, con él tienen lugar muchos cambios más: fisiológicos, metabólicos e incluso morfológicos. De la misma forma en que el cuerpo de la madre cambia, sus hábitos deben cambiar también. Ahí es donde entran los cuidados prenatales y postnatales.

El embarazo despertará nuevos sentimientos y sensaciones: serenidad, impaciencia, paz, alegría ó llanto, que son las ilusiones e inquietudes de quien se prepara para recibir el mayor regalo, de quien sabe que en su interior alberga todas las esperanzas de un nuevo ser. El cuerpo responderá de manera natural e inteligente a los cambios que irá experimentando. En la etapa del embarazo, la mujer disfruta de un encanto particular que requiere cuidados determinados. Se debe prestar especial atención a la epidermis, que puede volverse más sensible, por lo que precisará de cosméticos específicos. Pero no hay que olvidar el cuidado de las piernas, los tobillos, los pies, el cabello, los senos y las encías.

CUIDADO DE LA PIEL.

Es posible que el sudor sea más acre y fuerte, pero aún así, es indispensable prestar mucha atención a los antisudoríficos: tienen que ser productos clínicamente testados y antialérgicos o bien productos naturales. En la ducha, es conveniente usar jabones o geles neutros. En aquellos casos en los que el acné se ve agravado por el efluvio hormonal, se deberá extremar la limpieza de la piel y eliminar el cúmulo de grasa en el rostro. Se utilizarán productos no comedogénicos e hipoalergénicos, exfoliantes suaves y productos que no sean agresivos, ya que la piel está muy sensible y delicada.

Durante todo el embarazo, pero sobre todo en los últimos meses, es importante prestar atención a la higiene del pezón y dedicar algunos cuidados a la piel del pecho. Durante la lactancia hay que mantener una buena higiene antes y después de cada toma. El uso de agua sola o con jabones suaves será suficiente. No hay que olvidar que el pezón es una zona muy sensible y que la succión continuada del bebé puede conducir a la formación de grietas. Para calmar la tensión y tirantez de los senos se puede recurrir a productos que contengan escina, caléndula, extractos de algas o hidrolizado de proteína de soja. Si se forman las dolorosas grietas, se pueden aplicar cremas con sustancias cicatrizantes, antisépticas y anestésicos locales. Hay que aplicarlas después de cada toma y tener la precaución de limpiar bien el pezón antes de amamantar a el bebé. 

Las manchas que aparecen durante el embarazo generalmente mejoran y, en la mayoría de los casos, desaparecen después del parto, por lo que no hay que tratarlas de manera específica. En caso de persistir, se pueden usar cremas y lociones con tretinoína, hidroquinona, alfahidroxiácidos o ácido glicólico. Lo mejor para prevenir las manchas es usar un protector solar con protección total (UVA y UVB), también conocidos como pantalla total. En muchos casos no pueden prevenirse totalmente, pero el protector solar ayuda a que no sean tan oscuras. Cuanto más alto sea el factor de protección, más eficaz será en la prevención de la aparición de estas manchas.

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