Etapas del desarrollo infantil: Cuidando su Salud.

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Primera Dentición. El dolor y las molestias causadas por la primera dentición es algo que muchos bebés, y también papás, tienen que afrontar. Este proceso se produce normalmente a partir de los seis meses, aunque esta edad puede variar mucho de un bebé a otro. El babeo y la tendencia a morder objetos duros son la primera señal que indica que los dientes están a punto de salir. El bebé normalmente sentirá dolor unos días antes de que el nuevo diente empiece a forzar la encía para atravesarla. Éstas se verán rojas e inflamadas. Existe una serie de síntomas relacionados con el proceso de dentición: inflamación gingival, irritabilidad, inquietud, sueño alterado, diarreas, salivación intensa, apetito alterado. Afortunadamente, los síntomas asociados a la dentición se reducen cuando los dientes por fin han salido.

Cólico del lactante. Unas pocas semanas después del nacimiento, un montón de nuevas mamás como tú encuentran que su bebé llora desconsoladamente sin razón aparente. Aunque preocupante, esto es solo una etapa que muchos bebés padecen en los primeros meses de vida. El cólico del lactante es muy común en los primeros meses de vida. Es independiente del tipo de lactancia (materna o artificial). Se trata de un problema frecuente y que varía en duración e intensidad según el bebé. Se manifiesta con crisis de llantos intensos, especialmente hacia las últimas horas de la tarde, acompañados de un abdomen hinchado y distendido. Es característico que los bebés flexionen las piernas hacia el abdomen y mantengan los puños cerrados con fuerza.

Trastornos gastrointestinales agudos (Gastroenteritis). Los trastornos gastrointestinales agudos se manifiestan la mayoría de veces en forma de náuseas, vómitos y diarreas, acompañados generalmente de dolor abdominal. Estos pueden producirse con una frecuencia de entre una y tres veces al año, a todas las edades, y pueden tener diferentes causas, siendo las más comunes: empachos, ingesta de alimentos en mal estado, intoxicaciones alimentarias o infecciones víricas. El objetivo del tratamiento de una gastroenteritis es evitar la deshidratación del niño.

Dificultad para conciliar el sueño. Hasta una tercera parte de los niños tienen problemas a la hora de dormir. Ya sea por dificultad para conciliar el sueño, pesadillas o despertares nocturnos, los pequeños se manifiestan con llantos que pueden perturbar las horas de descanso de toda la familia. Los trastornos del sueño en el niño tienen que ver a menudo con las experiencias ocurridas durante el día. ¿Te preocupa la alteración del sueño de tu hijo? alrededor de un tercio de los niños pequeños tienen problemas para dormir. Los factores que influyen en la calidad del sueño de los niños cambian con la edad. La vida familiar o escolar pueden influir en sus sueños nocturnos y causar inquietud antes o durante el sueño. La dificulta para conciliar el sueño puede reducirse estableciendo rutinas antes de ir a la cama.

Resfriado común. Los virus del resfriado son un "Desafío" habitual para el sistema inmunológico. ¿Crees que tu hijo se resfría con mucha frecuencia? Los niños se acatarran con mayor frecuencia que los adultos y los adolescentes. Durante sus primeros años de vida, un niño sano, con un sistema inmunológico competente, puede llegar a presentar entre 8 y 10 procesos catarrales al año. Los niños tienen el sistema inmunitario en desarrollo y es normal que se resfríen y cojan catarros con bastante frecuencia. Es síntoma de que su sistema inmunitario está trabajando.

El resfriado, infección vírica localizada de inicio paulatino, que cursa con congestión nasal, molestia al tragar, estornudos y algo de fiebre. Resulta más frecuente en niños y puede producirse durante todo el año. La gripe se caracteriza por comenzar bruscamente con fiebre superior a 38ºC, acompañada de gran abatimiento, dolor muscular y de cabeza. Se debe recordar que:

  • Son procesos víricos, por lo tanto, no requieren tratamiento con antibióticos.
  • El tratamiento es sintomático.
  • Se contagian fácilmente a través de la saliva, las secreciones nasales y las gotitas diminutas que se expulsan al hablar o estornudar.
  • Si no se curan adecuadamente, pueden dar lugar a complicaciones como bronquitis, neumonía, otitis, sinusitis, etc. Consulta siempre con tu pediatra.

Rinitis y congestión nasal. La rinitis es una inflamación de la mucosa de las fosas nasales, que puede tener varias causas: alérgica, vasomotora, infecciosa. La congestión nasal y la rinorrea (goteo nasal), son muy frecuentes en el catarro, pero menos en la gripe. Los casos de rinitis alérgica o vasomotora se caracterizan por una fuerte congestión nasal y muchos estornudos. La rinitis y la congestión nasal son síntomas muy comunes que pueden darse varias veces al año.

La Tos.  La tos es una respuesta de nuestro organismo para mantener las vías respiratorias limpias, es un acto reflejo necesario. La tos no es una enfermedad, pero si un síntoma: señal de que existe algo que impide a nuestro sistema respiratorio funcionar con normalidad. Normalmente se trata de afecciones leves, como los resfriados, aunque puede tener diversas causas. Existen dos tipos de tos: tos seca y tos productiva (que expectora mucosidad).

Irritaciones de la piel. La piel del bebé es especialmente sensible a los posibles ataques de los agentes externos. De la misma manera, hay que saber escoger el producto más adecuado para la piel de los más pequeños.

Problemas más frecuentes en la piel del Bebé:

  • Pequeñas heridas y rozaduras.
  • Quemaduras solares y domésticas leves.
  • Irritación de la zona peribucal.
  • Dermatitis del pañal.
  • Irritaciones en los pliegues.
  • Problemas de atopía.
  • Irritación en las mejillas por viento y frío.

La caléndula es una planta muy utilizada para el cuidado de la piel. Propiedades de la caléndula: antiséptica, fungiestática, regeneradora, cicatrizante, antioxidante, inmunoestimulante, antiinflamatoria.

Irritaciones producidas por insectos. Generalmente, las picaduras de insectos causan molestas reacciones cutáneas que conllevan enrojecimiento, hinchazón y picor, y en algunos casos ardor, dolor o aparición de ampollas. El mosquito es el insecto que más frecuentemente nos pica, aunque también pueden hacerlo las abejas, avispas, arañas, pulgas u hormigas. También las medusas o el contacto con plantas urticantes pueden producirnos pequeñas erupciones de este tipo.

Esperamos haberte ayudado con esta información de las diferentes etapas del desarrollo infantil y los posibles problemas de salud que en los más pequeños de la casa se pueden presentar. Acude a sus diferentes controles médicos y siempre consulta con su pediatra cualquier duda o inquietud que tengas.

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