Photo by: Kyle Topping

¿El tiempo de vida útil de un producto de quien depende?

Sabemos que los conservantes son imprescindibles para evitar el deterioro microbiano de los productos, para mantener su vida útil y para asegurarnos que protegemos a los consumidores, garantizándoles que el producto adquirido mantendrá sus propiedades en el tiempo de validez establecido y le producirá el efecto deseado.

Si echamos la vista atrás, el hecho es que fue en los años 30 cuando los científicos comenzaron a recurrir a los parabenos, un tipo de conservante no tóxico, incoloro, inodoro y barato. Con ello, revolucionaron la industria: productos que hasta entonces solamente tenían una vida útil de unos pocos meses podían, desde entonces, conservarse durante años, reduciéndose de forma drástica las pérdidas ocasionadas. 

No se puede negar que el poder innovador conlleva, a menudo, responsabilidades. Los conservantes sintéticos suelen usarse para prolongar excesivamente el tiempo de vida útil de un producto, debido a que muchos de los productos cosméticos se elaboran en empresas de fabricación centralizada y luego se envían a diferentes partes del mundo. Las empresas que fabrican cosmética pueden alargar la vida útil de sus productos (hasta 36 meses) utilizando una gran cantidad de conservantes en lugar de dedicarse a producir cosmética fresca de forma local. En estos casos, los conservantes benefician más al fabricante que al consumidor.

Es importante por tanto, aprender a leer e interpretar el INCI, para escoger mejor nuestros productos cosméticos y de higiene y por ende realizar una elección/compra inteligente de una crema, jabón que de verdad nutra e hidrate nuestra piel, sin necesidad que esta contenga parabenos.

Hablemos con datos, en 2015, 75.000 toneladas de conservantes sintéticos procedentes de productos cosméticos acabaron en los sistemas de alcantarillado y, consecuentemente, terminaron vertiéndose en los ríos, en los lagos y en el mar. Hay que tener en cuenta que la acción de estas sustancias químicas puede tener un impacto sobre la salud humana.

No obstante, a menudo olvidamos que la naturaleza posee sus propios mecanismos de defensa: ingredientes multifuncionales como por ejemplo el caolín, la glicerina o la miel; ingredientes con los que, al usarlos, obtenemos productos sin conservantes sintéticos y/o parabenos y con fórmulas más beneficiosas para la piel. Con esto queremos decir que por que una fórmula cosmética no lleve conservantes sintéticos o parabenos no puede ser capaz por ella misma, gracias a sus componentes naturales, ejercer su propia acción conservante, garantizándonos poder usar los productos de forma completamente segura.

Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor. Albert Einstein.

GALENIKA COSMETICS Despertando Sensaciones!

¡El sentir de la Vida!